A todo el mundo le
gusta ser elogiado. Es la mejor recompensa que un adulto puede dar a los niños.
Sin embargo lo que realmente importa qué tipo de alabanza que damos. Me decidí
a escribir esto después de una conversación con la madre de un niño muy
talentoso. La mamá me llamó porque su hija se pone muy estresado y molesto
cuando trata de hacer algo y no funciona de inmediato, o después de uno o dos
intentos. La niña regaña a sí misma y dice que es una estúpida. Estoy seguro de
que esto suena familiar a muchos maestros y padres de familia.
Cuando un niño es
alabado por ser una persona inteligente o por su inteligencia, naturalmente sus
creencias acerca de sí mismos como una persona se basan en el "hecho"
de que son inteligentes. El problema es que cuando no pueden tener éxito en
algo, esto desafía su propia imagen de una "persona inteligente".
El riesgo es que si intentan hacer una cosa bien y fracasan, sus creencias acerca de sí mismos se vuelvan negativas. Lo que este niño se dice a sí mismo es algo como: “Yo pensé que era
inteligente y tal vez no lo soy, así que creo que no es una buena idea que yo lo
intente de nuevo”.
Cuando un niño es alabado
por su esfuerzo, construye una creencia acerca de sí mismo como una persona que
sabe esforzarse. Así, cuando falla en algo, su imagen de sí mismo no se ve
afectada, sino que aumenta su motivación para esforzarse en buscar una nueva
oportunidad de lograrlo. Y el niño piensa: "No he podido hacer esto
todavía, pero soy una persona que se esfuerza mucho, así que tendré otra
oportunidad y espero lograrlo entonces porque me esforzaré más”.
Los estudios demostraron
que los niños que fueron elogiados por su inteligencia en un test, consiguieron
resultados iguales o inferiores cuando se les repitió la prueba. En cambio, los
niños que fueron elogiados por su esfuerzo, cuando volvieron a hacer la prueba,
consiguieron resultados iguales o superiores.
Con el uso de la PNL
podemos ir un paso más allá, al reconocer si la autoimagen de un niño se
establece en referencia a sí mismo o en referencia a los demás. Si un niño te
pregunta “¿Cómo lo hice?”, indica que determina la imagen de sí mismo basado en
las referencias de otros. Antes de dar tus comentarios y elogios, es útil preguntarle
“¿Cómo te parece que lo hiciste?". De esta forma él puede primero evaluar
su desempeño internamente, y luego comprobarlo en el exterior. Las personas
sanas y felices que consiguen buenos resultados tienden a valorar sus acciones
interiormente, y validar su opinión con las apreciaciones de los otros.
Las personas que sólo valoran internamente y comprueban consigo mismas, no van a estar abiertas a lo que realmente está
sucediendo en el exterior y pueden despreciar las opiniones de lo demás. En cambio, las personas que sólo saben que han hecho
bien cuando otro se los dice, constantemente sedeprimen, o se desgastan esforzándose demasiado para
ser aceptadas y sentirse bien.
Así que para que tus
elogios ayuden a construir creencias positivas y especialmente generen estrategias mentales eficaces para el aprendizaje, toma en cuenta lo
siguiente: Al elogiar, primero pregunta cómo el niño piensa que lo hizo y
escucha la respuesta; luego exáltalo por su gran esfuerzo y su buen rendimiento.
El uso cuidadoso y
elegante del lenguaje para elevar el rendimiento es sólo una de las ventajas de
usar técnicas de PNL.