Una flor es un maravilloso trozo de vida; aun cuando podemos plantar una semilla y ayudar en el proceso de crecimiento, nosotros los humanos no podemos, hasta ahora, crear una flor viva. Podemos cruzar, transplantar, cultivar e injertar flores, pero no crear una de la nada, no tendría vida, sería sólo de papel o plástico.
Otra característica de las flores y plantas es que crecen mejor en su ambiente natural, y aunque pueden crecer en otro ambiente, requerirán mucho más apoyo de quien las cultiva para tener el mismo vigor y posibilidad de alcanzar todo su potencial. Pero a veces una flor, incluso en su ambiente natural, aunque pueda realizar su ciclo completo de vida, se ve marchita y florece poco. A veces, incluso las flores silvestres se ven tan apremiadas que se obstruyen unas a otras, se enferman y mueren.
Las flores logran su mayor crecimiento, belleza plena y producen los más dulces frutos cuando son nutridas con los recursos apropiados de su hábitat natural y cuando se les da el espacio adecuado para crecer.
Creemos que este proceso que hemos descrito para las flores también es aplicable de muchas maneras para las personas.
Richard Bandler & John Grinder
Creadores de la PNL
en La Estructura de la Magia II